La transición de la decoración clásica a la moderna está marcada por un increíble viaje a través de diferentes estilos, influencias culturales y cambios sociales.
No sólo cambiamos nosotros, si no todo lo que nos rodea, y la decoración no iba a ser menos. En este artículo vamos a profundizar un poco más sobre el por qué de todo esto.
Un recorrido a través de las tendencias que transformaron nuestros espacios y reflejan la esencia de cada época
Seguramente, todos relacionamos los años 60, 70, 80 y 90 con un estilo de decoración más clásico, basado en la simetría, el uso de proporciones ideales, y la ornamentación elaborada, así como el uso de materiales nobles, como la madera tallada y el mármol.
Algunos de los factores que influyeron en este tipo de estética fueron la religión y la monarquía ya que los espacios eran a menudo diseñados para mostrar poder y estatus, con sus muebles voluminosos y, con tapices, cortinas pesadas y obras de arte que reflejaban la grandeza.
La transición se produce a finales del siglo XIX y principios del XX, debido a los cambios sociales y tecnológicos que la Revolución Industrial trajo consigo, añadiendo nuevas técnicas de fabricación y materiales, como el acero y el vidrio.
A finales del siglo XIX, surgió el movimiento Arts and Crafts como una reacción contra la industrialización. Promovía la artesanía y el diseño sencillo, sentando así las bases para el diseño moderno que llegaría años más tarde. Y, finalmente en las últimas décadas se empezó a proponer un enfoque funcionalista y minimalista, como en nuestra sala Loop 21, ubicada en C/ Alcalá, 21, que combina arte y diseño, centrándonos en la funcionalidad, la simplicidad y la eliminación de ornamentación excesiva. Los espacios se vuelven más abiertos, con un enfoque en la luz natural y los colores tienden a ser más neutros y suaves, en contraste con la paleta rica y vibrante del estilo clásico.
La evolución de la decoración clásica a la moderna refleja no solo un cambio en los estilos y preferencias estéticas, sino también un cambio en la manera en que la sociedad percibe el espacio, la funcionalidad y la relación con el entorno.
Hoy en día, muchos diseñadores combinan elementos clásicos y modernos, creando espacios que nos ofrecen lo mejor de ambos mundos.